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Sobre la necesidad de Incluir temáticas de Psicología Perinatal y Puericultura en la carrera de Grado de les Profesionales de Salud Mental

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  • Infancias y adolescencias
  • N° 3

Renata Peralta Lorenzi. Lic y Prof de Psicología UNLP. / Especialista de Nivel Superior en Educación y Derechos Humanos/ Con formación en Psicología Perinatal y Estudiante de Puericultura en PyC / IG @mamarpuericultura

La Psicología Perinatal es la rama de la psicología que se ocupa del abordaje de temáticas vinculadas al deseo de hijo, embarazo, parto, puerperio y primeros años de vida de le bebé.

Brinda herramientas para acompañar la búsqueda desde el deseo, las transformaciones que se desarrollan durante el embarazo y el inicio del vínculo.

La llegada de une hije del modo que sea, trae consigo transformaciones muy profundas que atraviesan todas las dimensiones de la existencia, desde lo biológico pasando por lo identitario, los lazos con otres, la propia historia y la proyección a futuro.

Durante este período, que abarca diferentes momentos ligados a las experiencias más tempranas de la vida, les profesionales acompañan procesos de mucho cambio y mucha felicidad, así como también brindan asistencia y apoyo en situaciones de profunda tristeza, como en el caso del duelo perinatal.

Las intervenciones se encuentran principalmente ligadas al acompañamiento de las particularidades de cada familia, brindando información, orientación, acompañamiento y apoyo durante este periodo tan importante para el establecimiento y desarrollo del vínculo.

Durante los meses de agosto de 2020 y enero de 2021, realicé una indagación sobre los conocimientos, creencias y –consecuentemente- el marco desde donde realizaban sus orientaciones sobre temáticas específicas vinculadas a esta área, les  profesionales de salud mental.

En la misma participaron 82 profesionales de las Universidades de La Plata, Buenos Aires y Otras. La indagación se realizó a través de un formulario digital autoadministrado con difusión por redes sociales.  El mismo pretendió representar una primera aproximación sobre la necesidad o no de incorporar temáticas específicas, relativas a la Psicología Perinatal,  a la formación de grado de les Profesionales de Salud mental.

Del total de las respuestas recibidas, surge que El 69.5% de les profesionales que participaron, brindan o brindaron orientaciones sobre las temáticas vinculadas a crianza y primeros años de vida. Tomaré para este artículo los datos obtenidos con relación a las temáticas: Lactancia, Colecho y Sueño.

Sobre la lactancia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y El Ministerio de Salud de la República Argentina, ubican como estándar y recomendación, la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida de le bebé, y luego la inclusión de la alimentación complementaria, manteniendo la lactancia materna hasta los dos años de vida o más.

La lactancia materna genera situaciones favorables para la cría[i],  como  la disminución del riesgo de padecer gran variedad de enfermedades e infecciones, mientras que permite el desarrollo de un microbiota saludable y es una oportunidad para el encuentro y el desarrollo del vínculo de apego. “Esto ha llevado a que la OMS la considere una de las intervenciones preventivas más efectivas y eficientes, estimando que la misma, en conjunto con una apropiada ACO tiene el potencial de reducir globalmente la mortalidad de los niños menores de 5 años hasta en un 19%[ii]”.

La alimentación así descripta, redunda en beneficios para la salud de la madre o persona lactante (beneficios vinculados a la situación posparto, como reducción de sangrados y a largo plazo menor incidencia de algunos tipos de cáncer) y de le bebé. Indicando a su vez que la alimentación con leche de fórmula impacta de manera negativa, implicando un factor de riesgo para el desarrollo. Si entendemos la lactancia materna como standard, ubicándola en el lugar de lo fisiológico y específico para la cría humana, ya no hablaremos de sus beneficios sino del impacto que tiene no garantizar la posibilidad de elección de esta opción para las díadas. [1]

La elección sobre el modo de alimentación debe ser potestad de la díada, pero se debe garantizar que la misma sea en base a información de calidad, confiable y actualizada que haya sido comprendida con claridad y se hayan asegurado espacios de intercambio para poder clarificar dudas y consultas. El impacto de esta elección no será observable solo en ambes sino que se pueden nombrar beneficios complementarios como lo son los ecológicos, económicos, de organización familiar y de salud pública.

De este modo, es fundamental el trabajo de les profesionales de Salud intervinientes en primera infancia, para no generar situaciones de desigualdad que impacten en la salud y generen una situación de vulneración de derechos con consecuencias a corto y largo plazo.

A pesar de las recomendaciones antes descriptas y la vigencia de diferentes normativas con el fin de proteger la lactancia materna, tales como la Ley Nacional 25.929 de Parto Respetado, que incluye los derechos para las mujeres y personas gestantes y de le recién nacide, la ley nacional 26.873 Lactancia materna, Promoción y concientización pública, y la Resolución 54/97 sobre la Regulación de sucedáneos de la leche materna, la experiencia de lactancia materna se presenta como desafiante y su duración se encuentra cuestionada cuando excede los primeros meses de vida.

El resumen de la encuesta nacional de nutrición y Salud de 2019[iii], indica que a pesar de que el 96.9 % de les bebés inician la lactancia materna al nacer, solo el 43,7% de les menores de 6 meses la mantiene.

Esta situación debe interpelarnos en tanto Profesionales de la salud, permitiéndonos pensar acerca de cuál es nuestro rol al acompañar y promover el acceso a la salud integral de les niñes y sus madres y/o grupo de crianza. Lo antes descripto da cuenta de que es necesario intervenir para garantizar el acceso a información sobre los derechos que les asisten, para de ese modo poder ejercerlos.

En la exploración antes mencionada, se indagó acerca de diferentes aspectos vinculados a la lactancia y los resultados obtenidos fueron los siguientes:

Sólo el 18.4 % de les profesionales participantes considera recomendable la lactancia sin límite de edad, tal como se manifiesta en las diversas publicaciones científicas y normativas vigentes.

Con relación a estos datos, podemos preguntarnos qué motiva a que  el 9.2% considere que la lactancia es recomendable hasta los 6 meses de edad y el 72.4% refieran que es recomendable hasta los 12 o 24 meses. Es posible interrogarnos acerca del conocimiento e información  brindada por las guías nacionales e internacionales y si las respuestas no se encuentran influenciadas por motivaciones que exceden la información conocida, tales como mitos, prejuicios o creencias derivadas de la experiencia personal.

Para poder pensar sobre esta posibilidad, se incluyó una pregunta acerca de la consideración sobre las posibles consecuencias negativas de la lactancia materna, y solo el 29.9% de les profesionales participantes consideraba que no existían consecuencias negativas para lo que suele llamarse “lactancia prolongada”, término que actualmente se encuentra fuertemente cuestionado ya que permite pensar que se ha superado algún límite de duración cuando esto no es así.

En la actualidad no hay estudios que hayan podido establecer tales consecuencias.

Sobre el sueño

 

“Y si el negro no se duerme,

Viene el diablo blanco

Y sas, le come la patita”

(Canción popular)

 

 

El sueño es evolutivo y sus características responden a cada momento de la vida y sus necesidades específicas, por lo tanto, va variando a lo largo del tiempo. El modo en el que se observa la arquitectura del sueño y el tiempo destinado a sueño y vigilia en adultes y niñes difiere, lo que ha generado la “necesidad” de intervenir para intentar modificarlo y adecuarlo a las necesidades y expectativas adultas.

El sueño de les Recién nacides es bifásico y ultradiano, lo que significa que solo está compuesto por dos fases de una duración cercana a una hora luego de la cual despiertan, además no se encuentran diferenciados en el día y la noche.

Estas características responden a las necesidades de le bebé en ese momento vital: necesidad de alimentación frecuente durante las 24 horas y necesidad de contacto, por lo que sus despertares tienen por finalidad la disponibilidad para el intercambio con la persona que brinda estos cuidados y garantizar una alimentación adecuada para su correcto desarrollo.

 

Rosa Jové en el libro “Dormir sin Lágrimas”, belleza de libro más que recomendado para poder seguir profundizando sobre estas nociones de sueño infantil, nos comparte esta tabla donde se presentan las secuencias de sueño desde el nacimiento hasta el año de vida.

En este caso la presento de modo parcial ya que la intención es graficar, tal como la autora propone, las modificaciones de este proceso desde los primeros días de vida hacia el final del primer año.

Inicialmente los momentos de sueño se presentan de manera segmentada a lo largo de las 24 horas del día y con una duración acotada. Posteriormente se van organizando en bloques de mayor duración privilegiando el descanso nocturno. Esto va a ocurrir, cuando le bebé esté en condiciones de hacerlo, dormirá más y durante la noche.[iv]

[v]

 

Con relación al modo de organizar el espacio para el descanso, las organizaciones de referencia, como la Sociedad Argentina de Pediatría y el Ministerio de Salud, indican como el más propicio en los primeros momentos de vida la cohabitación, compartir el cuarto con le bebé, pero ofrecer otro espacio diferente a la cama de les padres. Sin embargo, con pautas de cuidado es posible y recomendable para el establecimiento de la lactancia[vi] y la posibilidad de brindar el contacto que les niñes necesitan debido a su prematuracion y necesidad de exterogestación, la práctica del colecho seguro.

 

Se indagó sobre recomendaciones sobre el sueño en les profesionales participantes y las respuestas fueron las siguientes: de las 69 personas que brindaron su respuesta con relación a la recomendación sobre la disposición del espacio para el descanso, el 71% recomendaría dormir en otra habitación y habitaciones separadas prestando atención a le bebé.  Solo el 13%. recomendaría la práctica de cohabitación y el 15.9% el colecho, lo que contradice la información disponible al respecto.

Desconociendo las características del sueño y su variación en función de las diferentes etapas de la vida, se han creado diversos métodos, todos muy similares entre sí, para adecuarlo a las necesidades adultas. El más famoso de ellos tal vez sea el Método Ferber, conocido popularmente como “duérmete niño” a través del Dr. Estivil, se trata de una serie de pasos que garantizaría que le niñe duerma sin asistencia ni presencia adulta al completarlos. El método consiste en “dejar llorar a le niñe” durante una secuencia estipulada de días, en los que les adultes se acercarán cada vez menos a asistirlo noche tras noche.

Se puede acceder con facilidad a diversos documentos que informan las potenciales consecuencias negativas de este tipo de prácticas tanto para el vínculo como para el desarrollo de les niñes debido a los altos montos de stress y consecuentemente de cortisol. Hasta que exista evidencia que descarte el potencial dañino a largo y corto plazo efectos de las intervenciones conductuales del sueño, se deben encontrar soluciones alternativas siempre que sea posible.”[vii]  Del mismo modo una recuperación más rápida del cortisol se encuentra beneficiada por una historia temprana de colecho y lactancia materna.[viii]

Por la gran difusión de diversos coach de sueño y el fácil acceso a estos dispositivos, se indagó acerca de estas prácticas en les profesionales de Salud mental, ya que podrían impactar en la salud de nuestres consultantes. De las 76 personas que brindaron su respuesta en relación a la recomendación de enseñar a dormir a les niñes, el 71.1% cree que es una práctica recomendable, mientras que solo el 13.2 % la descarta como intervención.

 

Algunas conclusiones

La psicología perinatal se encuentra en constante intercambio con otros saberes como aquellos vinculados a la puericultura y la medicina, por lo tanto, al momento de intervenir no se puede desconocer la información que de ellos y la normativa actual se deriva en tanto prácticas recomendadas.

En función del análisis de los resultados obtenidos en la indagación, considero necesario seguir investigando acerca de las motivaciones, fundamentos y formación de les profesionales que intervienen sobre las temáticas vinculadas al área perinatal a la vez que ofrecer espacios de formación específica sobre ellas para les profesionales de la salud mental a fin de favorecer el acceso a derecho y el mejor estándar de salud para madres y grupos de crianza y niñes a su cuidado.

En concordancia con los principios del Código de ética de la Federación de Psicólogos, que indican el compromiso de respetar los Derechos Humanos, respetando la autonomía y la no discriminación, comprometiéndose a su vez en asumir niveles de idoneidad y competencia, manteniéndose actualizados e interviniendo solo en aquellos servicios para los cuales fueron formados y atendiendo a las limitaciones de su pericia, desde la responsabilidad social es necesario revisar estas prácticas, para poder promover desde nuestra especificidad al bienestar y desarrollo social.[ix] Considero una alternativa válida la inclusión de temáticas ligadas a la Psicología Perinatal y la Puericultura en la carrera de Grado de les profesionales de la Psicología y ofrecer espacios de formación para graduades, ya que en la actualidad se encuentran interviniendo en temáticas para las cuales no han sido formades en su carrera de grado.

Por esta razón, es necesaria la visibilización y difusión de esta área determinada del quehacer profesional, ya que para poder intervenir de manera responsable y respetuosa es necesario contar con formación específica, actualización y conocimiento acerca de los fundamentos de las prácticas. Siempre en un marco de respeto por el grupo de crianza que nos convoca, incorporando su historia y el lugar de este bebé en la trama familiar y en el deseo de quienes lo reciben, brindando información válida, de manera clara para acompañar decisiones y promover la salud. Entendiendo que cuando intervenimos sin formación específica y sin ofrecer argumentos a quienes son destinataries de nuestras intervenciones, podemos estar obstaculizando el acceso a la salud, a la vez que no se garantiza el consentimiento informado.

Tomando las palabras de una de las personas que participó de la indagación:

“Considero fundamental que les profesionales que se dediquen a acompañar a las familias en embarazo, parto, puerperio, lactancia y crianza tengan formación específica y realicen las actualizaciones pertinentes en la temática para acompañar desde la evidencia científica y desde un paradigma que se sustente en una visión ecológica, fisiológica y vincular”.

 

 

[1] El concepto de díada lo tomo de los trabajos de René A. Spitz y sus observaciones. Él lo tomó de Georg Simmel (1908) a su vez. Aquí me refiero siguiendo estas referencias a:  ” la pareja de dos que está aislada hasta cierto punto de lo que los rodea y unida entre sí por lazos afectivos extraordinariamente poderosos.”

[i] AAP Policy Statement: Breastfeeding and the use of human milk. Pediatrics, volume 129, number 3, March 2012

[ii]  Guía de práctica clínica sobre Alimentación complementaria para los niños y niñas menores de 2 años en :https://cesni-biblioteca.org/archivos/res1533.pdf

[iii] https://cesni-biblioteca.org/wp-content/uploads/2019/10/0000001565cnt-ennys2_resumen-ejecutivo-20191.pdf

[iv] En @mamarpuericultura  de mi autoría.

[v] Rosa Jove, “Dormir Sin lágrimas” dejarle llorar no es la solución.

[vi] Se observa en el análisis de  la  OMS https://www.who.int/nutrition/publications/evidence_ten_step_spa.pdf

[vii] Smith, Bobbi, «El método Ferber y otros métodos de entrenamiento conductual del sueño: ¿Interrumpen el apego y afectan el bienestar físico y psicológico?» (2016). Maestría en Enfermería. Documento 31.

https://fisherpub.sjfc.edu/nursing_etd_masters/31

[viii] Roseriet Beijers, J. Marianne Riksen-Walraven & Carolina de Weerth (2013) Cortisol regulation in 12-month-old human infants: Associations with the infants’ early history of breastfeeding and co-sleeping, Stress, 16:3, 267-277, DOI: 10.3109/10253890.2012.742057

[ix] http://fepra.org.ar/docs/C_ETICA.pdf