La película dirigida por Milos Forman, muestra cómo la vida rutinaria y monótona de un hospital psiquiátrico se ve transformada con la llegada Randle McMurphy (Jack Nicholson), el protagonista. Este hombre es enviado al hospital tras su paso por una granja carcelaria, lugar donde había estado por estupro de una menor. En el psiquiátrico, Randle se topa con una estructura muy rígida de trabajo, donde la severa enfermera, el director y los guardias se encargan en todo momento de querer evaluarlo, de diagnosticarlo con alguna enfermedad mental y de disciplinarlo, dado su carácter revolucionario para la clínica. La discusión entre lxs profesionales por determinar su estado de “locura” y “peligrosidad”, cambian la sentencia inicial de Randle -quien venía contando los días para irse de allí-, por lo que queda internado en el hospital. Su estadía genera cambios radicales en el resto de los usuarios y en el grupo terapéutico, a tal punto que termina generándose una batalla entre ellos y lxs trabajadorxs del hospital. Randle acaba siendo sometido a terribles prácticas psiquiátricas, llegando a un sorprendente, aunque triste final, que nos convoca a revisar cómo los discursos disciplinantes y medicalizantes obstruyen la potencia transformadora de lxs usuarixs.
“Atrapado sin salida” o “Alguien voló sobre el nido del cuco” (1975)
