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Entrevista con Juan Carlos Domínguez Lostaló

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  • Salud Mental

Juan Carlos Domínguez Lostaló. Psicólogo. Criminólogo. Representante del ILANUD en Argentina.

El viernes 8 de octubre de 2021, dos miembros del equipo editorial de Revista Poiética, Agustina y Juan Cruz, se reunieron en un café junto con dos colegas más, para entrevistar a Juan Carlos Domínguez Lostaló. Psicólogo, profesor, criminólogo; para muchxs mentor, referente y maestro.

Con él mantuvieron una charla que duró más de dos horas, en donde pudo recorrer diferentes momentos de su vida, y de los cuales para este número de la revista, recortamos los que tienen que ver con el surgimiento de la carrera de psicología en nuestro país, su elección profesional y su papel en la Confederación General de Psicólogos de la República Argentina.

Juan Carlos nació en septiembre de 1939. Hijo de familia española y de tradición en la construcción, tenía en mente seguir la carrera de arquitectura –profesión que sí siguió su hermano-, pero comenta que hubo un suceso histórico que le hizo virar en su elección profesional. Tenía 15 años, estaba en tercer año en la escuela industrial, en el Bajo Flores, cerca de Parque Rivadavia:

El trauma que me orienta a ser psicólogo es el bombardeo a plaza de mayo. Estábamos en tercer año de secundaria, y nos ofrecieron ir a Plaza de Mayo, el día que ocurrió el bombardeo, [el 16 de junio de 1955 con la intervención de la Armada y la Fuerza Aérea]. Fue tremendo el ataque, el odio que tenían. Si bien después me tocó ver en hospitales montones de gente muerta, nunca vi una salvajada así, con pedazos de cuerpos. Ese bombardeo es uno de los más grandes de la historia de la humanidad que fue financiado por Inglaterra. Fue feroz porque agarró a toda la gente que salía de las escuelas y a la gente que trabajaba, era pleno mediodía, las 12.40. La sorpresa había sido bastante grande para nosotros. También hubo metralla. No sabíamos muy bien qué pasaba, pensamos que se iba a armar una revuelta.  Cuando vimos que no sólo eran bombardeos aéreos sino que también atacaban por tierra, era bravo. Querían matar a Perón a toda costa. La resistencia fue dura. Los granaderos no los dejaron pasar. Yo tenía en ese momento, 15 años.

 

Es un momento histórico político que marcó a la sociedad, del que fue difícil reponerse. La pregunta que nos propone Juan Carlos entonces, es: “¿Qué tiene que ver esto con la psicología? Todo”. Y nos cuenta:

 

Luego del bombardeo, me citan en un bar para decirme que había interés en armar una nueva carrera, en ese momento yo pensaba estudiar arquitectura, toda mi familia venía de la construcción, de hecho mi hermano estudió arquitectura. Empiezan a convencerme, aunque mucho no les costó.

En quinto año del industrial empiezo a tantear si puedo seguir psicología y no, porque habían prohibido, sólo podían los del comercial, mujeres o varones del magisterio.

 

La carrera de psicología en nuestro país, era incipiente por ese entonces. Al respecto Juan Carlos precisa que

 

La primera carrera fue la de Rosario, Gentile logra iniciar la carrera. En La Plata se demoró porque se perdía sistemáticamente en el Consejo Superior. Recién cuando entra la carrera en el ‘58 es por un voto, que lo consigue Marasatto, de una de las personas del radicalismo.

Perón estaba interesado en que la carrera se diera acá, que en ese entonces era ciudad Eva Perón, como homenaje a Evita [Con la autodenominada Revolución Libertadora este nombre fue proscripto y nuevamente la ciudad se denominó La Plata].

 

Pero, ¿cómo es que finalmente estudia psicología y en la UNLP?

 

No se podía entrar en ninguna carrera de Psicología, excepto en una, acá, ¿por qué? Por el proyecto que ya tenían en el Ministerio de Educación. En esta zona tenías a Ensenada y demás con producción laboral, por lo tanto, se estableció una especialidad: Psicología Laboral. La gran lucha de Fernanda Monasterio fue traer la especialidad laboral.

En ese momento, la carrera en La Plata convocaba poca gente y poca gente del interior. Tuvimos que inventar la carrera, porque no tuvimos profesores psicólogos, ninguno podía decirnos qué era la psicología. La mayoría eran médicos.

A mí lo que me enseñó fue el hospital, estuve en el Ramos Mejía hasta el 67-68, donde aprendí neuro y oncología, después paso al policlínico donde aprendí interconsulta, después vuelvo a neuro.

Si bien acá la carrera inició más tarde que en otros lugares, en La Plata se creó la primera institución: la División de Psicología y Asistencia Social Escolar; pero además por influencia de Roberto Petinatto e Ítalo Luder se había creado el instituto de investigación criminológica.

 

Menciona en la entrevista a muchos referentes de la psicología de nuestro país, quienes fueron sus maestros, docentes y en muchos casos, amigos:

 

Yo aprendí con Edgardo Rolla y con Pichón Riviere sobre las psicopatías. Rolla era neurólogo que había hecho muchísimas lobotomías y eso lo llevó al sillón de análisis de Pichón Riviere. Era simultáneamente el titular de neuro y seguía la línea psicoanalítica.

 

La creación de las carreras de psicología en nuestro país y sus posibilidades de desarrollo, no fue sin dificultades y resistencias. Apunta Juan Carlos “Nosotros no conocimos la carrera sin golpes de estado”:

 

La carrerra sufrió varios embates, el primero con el golpe de Estado de Juan Carlos Onganía en 1966. La autoproclamada Revolución Argentina llevó adelante una persecución de docentxs universitarios. Luego vino el Cordobazo, en 1969, y en ese clima se iniciaron procesos de radicalización de organizaciones y la creciente represión con la Triple Alianza Anticomunista Argentina y la Concentración Nacional Universitaria, que tuvieron gran impacto en las políticas universitarias y en la persecución de estudiantes, en el marco del terrorismo de Estado.

Onganía saca un primer discurso en el que dice que va a estar 100 años y nosotros estábamos en la cátedra de neuro en el Ramos Mejía, que no era neuroanatomía y neurofisiología, era neuropsicología y psicofisiología, con lo cual aprendíamos la continuidad experimental que también tenían los reflexólogos.

La carrera de psicología empieza a sufrir los vaivenes políticos, lo sacan a Edgardo Rolla pero también se tiene que ir Monasterio, y aparece en ese momento Juan Carlos Pizarro . Él tuvo la primera cátedra de psicodiagnóstico, fue su profesor titular y fue quien trajo el Rorschach a la Argentina.

La psicología cambia de repente de línea y empieza a meter a los psicoanalistas y empiezan a intentar que la carrera sea prácticamente psicopedagogía, pero conseguimos gracias a las otras facultades que no se pudiera cambiar el plan.

Perdimos mucha gente, las personas que más perdimos eran de las clases sociales más postergadas, los fusilamientos de José León Suárez. Hubo otros fusilamientos también.

 

Además de ser estudiante de Psicología, Juan Carlos se inicia también en la docencia, incorporándose en diferentes espacios

En medicina fui el segundo de Mario Testa, JTP eran Juan Carlos Volnovich y Edith Pérez.

En 1974, año de muerte de Perón, me habían ofrecido el ministerio de salud, yo me recibí en el ‘68, en ese momento estaba como profesor en medicina en la Universidad de Buenos Aires con  Marie «Mimi» Langer.

 

La creación de las carreras y sobre todo, los primeros egresados de psicología, empiezan a agruparse y asociarse para pensar en el ejercicio profesional y sobre todo en la posibilidad de legalizar una práctica que si bien era legítima, no tenía estatuto legal autónomo, quedando siempre relegada a ser auxiliar de la medicina.

 

En el ‘63 habíamos empezado a crear las asociaciones de psicólogos, se «crían» a imagen y semejanza de los sindicatos.

Las asociaciones fueron la base de la confederación. Cursar la carrera de psicología, llevaba también a armar asociaciones.

Cuando los grupos se empezaron a consolidar, recién ahí fuimos a Rosario. Nuestra idea era hacer por provincias. La federación la pudimos armar recién en el ’72.

La Confederación General de Psicólogos de la República Argentina la armamos en el ’73.  Fue lo que nucleó a los psicólogos. La identidad del trabajador de la salud, comienza con la Confederación, antes no existía. El primer presidente de la Confederación, fui yo.

Cuando logramos conformar la Confederación, logramos hacer encuentros y surgen las diferencias políticas, nos costó mucho remontarlo, era difícil. Los tucumanos, La Plata y después se fue ampliando. Cuando todos vieron que estaba armado, detuvieron a la gente de Entre Ríos, gente muy piola y muy capos, los capturaron.

 

Una vez que se conformó la Confederación General de Psicólogos de la República Argentina –CoPRA-, se convoca al Primer Encuentro Nacional de Psicólogos, en la ciudad de Córdoba, en 1974, que terminó el 13 de Octubre. En recuerdo de ese encuentro, es que conmemoramos ese día como el Día del Psicólogo y la Psicóloga Argentinos:

 

¿Por qué hicimos el Primer Encuentro de Psicólogos de Argentina en Córdoba en el ’74? Para saber cuántos éramos y qué provincias respondían al llamado. El tercer día se cerraba el encuentro, nos dejaron sesionar. Después que habíamos estudiado los puntos clave y antes de que terminemos la reunión, entran la policía y el ejército, pegando directamente. Nosotros mirábamos por dónde escaparnos. Éramos 800 personas. Ser psicólogos y psicoanalistas, era peligroso. Ese fue el principio.

 

La Confederación fue lo que nucleó a los psicólogos. Juan Carlos puntualiza que

 

Si tenés grupalidad, tenés defensa, y si lo hacés en forma horizontal y con características dialogales, es mucho más fácil, o perdés, porque en ese momento, se mataban. Por eso el Colegio está construido como está.

La CoPRA fue primero y después la unión de los colegios. Muchas asociaciones de transformaron en colegios profesionales. Capital Federal siempre fue independiente.

 

Juan Carlos sitúa a la ley de ejercicio profesional como un logro y una ganancia para la autonomía de la práctica profesional de la psicología, pero refiere que

 

El gran triunfo [en relación con la autonomía de la medicina] fue la ley de salud mental.

 

Estas son sólo algunas líneas que hemos recortado de una extensa entrevista que empezó en el ‘55 y terminó en la actualidad, mencionando personajes y personalidades de la historia nacional, la política, la disciplina y la profesión.

Desde el hito fundacional de las primeras carreras, signadas por los avasallamientos provocados por los golpes de estado, las luchas por la autonomía en el ejercicio profesional en el campo de la salud mental, Juan Carlos nos arma un relato en donde la historia del país se imbrica con la de la carrera y la profesión, teniéndolo como protagonista y actor clave. Un verdadero referente y hacedor. Alguien que puso el cuerpo, el alma y el intelecto al servicio de y para la psicología.