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Entre lo que permanece y lo que cambia, una apuesta para re-pensar el trabajo integrador final

  • Espacio TIF
  • N° 2

Lic. Lucía Cucchiarini Lattanzi. Licenciada en Psicología, Graduada de la UNLP. Actualmente es Adscripta Graduada en la cátedra de Psicología Forense, UNLP. Operadora de la línea 144

En el presente escrito, se relata la experiencia de elaboración del trabajo integrador final, realizado en el año 2018 y titulado “El rol de lxs psicólogxs en la atención a mujeres víctimas de violencia de género”. El mismo fue pensado y articulado desde las nociones teóricas de la victimología y el paradigma de Derechos Humanos. Sin embargo, conforme fueron pasando los años hay ciertas nociones de dicho trabajo que resultan interesantes poder interrogarlas, y ese constituirá el objetivo rector de este artículo.

La elaboración y concreción del trabajo integrador final conlleva una complejidad para lxs estudiantes y futurxs graduadxs en psicología ya que representa no solo un punto de cierre de una etapa de formación-y la apertura a una nueva-, sino que también abre el interrogante sobre qué y cómo escribir. Con respecto al TIF anteriormente presentado, el mismo surgió de mi gran un interés por la temática, y el eco que venía haciendo, en mi formación como futura profesional de la salud. Asimismo, con el II Congreso Internacional de Victimología que se llevó a cabo en la Facultad de Psicología comencé a ahondar más en lo que respecta a la atención de mujeres que son o han sido víctimas de violencia de género, y el rol de lxs psicólogxs allí.

El trabajo fue confeccionado utilizando una metodología de enfoque cualitativo, mediante una articulación teórica-práctica, tomando como referencia material recabado en las prácticas profesionales supervisadas de psicología forense. El marco teórico fue dividido en apartados que abordaron diversas temáticas. Por un lado, se realiza una breve historización sobre el surgimiento de la victimología, en tanto que representa un marco conceptual novedoso en comparación con otros que se estudian a lo largo de la formación de grado. Por otro lado, se hizo hincapié en la categoría de género, y en la compleja articulación entre patriarcado, capitalismo y colonialismo como modos de dominación que predominan en la estructura social. En este sentido, principalmente el concepto de patriarcado se constituye como eje transversal a lo largo de todo el trabajo. Entendido como aquello que denota el sistema de dominio, presión, represión que se ejerce sobre las personas en general, basadas en una definición cultural de la feminidad y de la masculinidad, que impide a los seres humanos plasmar sus capacidades potenciales[1].

Continuando con la síntesis del marco teórico, en los apartados restantes, se describe el trabajo de los equipos profesionales en el abordaje de la violencia, los efectos que eso conlleva no solo para las víctimas sino también para lxs mismos profesionales que muchas veces sufren malestar ya sea de índole física o psíquica que afecta su tarea. Se sitúa el rol de lxs psicologxs en el acompañamiento a víctimas y los efectos terapéuticos que eso produce, teniendo como eje central la metodología de “intervención por presencia[2]”, que consiste  en una modalidad de trabajo, cuyos principios radican -entre otros- en la construcción de un vínculo de confianza, el trabajo profesional en conjunto con la víctima y sus familiares, el trabajo con los recursos de salud, el seguimiento caso por caso, la posición ética profesional, la interdisciplina, la contención profesional y la presencia del equipo en el lugar con lxs daminficadxs. Introduciendo de esta manera, una nueva forma de pensar nuestra tarea como psicólogxs, y rompiendo con el “rol asignado[3]” de nuestra profesión, que remite a lo que es esperado socialmente, y que muchas veces responde a la atención clínica, asistencial e individual. Finalmente se desarrollan dos apartados más, uno que constituye una apuesta a la promoción de la salud y la prevención de la violencia de género. Y el otro son reflexiones finales, que en ese caso considero que lejos están de ser conclusiones, sino más bien han dejado diversos puntos de apertura, para continuar indagando, teorizando y repensando al respecto. En este sentido, pasado un tiempo considerable desde la elaboración de este TIF y luego de haberlo releído, considero que hay ciertas categorías que son necesario reemplazarlas o al menos merecen ser pensadas críticamente. Una de ellas es la de “víctima”. Si bien esta noción teórica se enmarca desde las concepciones de la victimología, disciplina que se propuso recuperar a la persona víctima de ese lugar de olvido y marginación históricamente otorgado. Hoy, la puedo pensar más bien como una categoría de transición. Es decir, que no se convierta en una etiqueta más con la que carga la persona, sino más bien que se transforme en una situación a atravesar, y que en ese proceso se constituya como sujetx de derechos y activx ante esta situación de violencia que sufre. De esta manera evitamos que las personas queden objetalizadas, bajo nociones que tienden incluso, muchas veces, a portar un estigma. Desde mi lugar como psicóloga y actual trabajadora en este tipo de temáticas, prefiero hablar de persona en situación de violencia por razones de género. En tanto que saca el foco en que únicamente son las mujeres heterosexuales quienes padecen violencia. Y permite pensar que la violencia patriarcal también afecta y -muchas veces de manera desmedida e invisibilizada- al colectivo LGTBI+. Asimismo, nos permite dilucidar que la violencia por razones de género tiene sus bases en las relaciones desiguales de poder y no únicamente en los binarismos hombre-mujer.

Si volvemos a analizar los marcos normativos que rigen actualmente en nuestro país, como la Ley Nacional 26.485 y tal como su nombre lo indica “Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”, vemos que explícitamente es una normativa que sanciona y busca erradicar la violencia contra las mujeres dejando por fuera-de su discurso- a las disidencias. Si bien en nuestro territorio contamos con leyes relativas al colectivo LGTBI+ como la Ley 26.618 de Matrimonio Igualitario, y la Ley 26.743 de Identidad de género que han puesto énfasis en garantizar mayor acceso a derechos y despatologizar las identidades travestis/trans. Aun queda mucho por desarrollar y derechos a conquistar. Considero que personalmente reproduje en mi trabajo esta concepción binaria de pensar a la violencia por razones de género, por eso la importancia de volver a re-escribir estas cuestiones que ahora me resultan fundamentales para pensar mi práctica profesional. Esto implica también las trayectorias educativas y profesionales de cada unx, que nos permite repensar nuestro marco teórico a partir del encuentro con la práctica, que muchas veces se distancia de nuestras nociones teóricas, por eso la necesidad de su constante revisión.

Finalmente, y a modo de conclusión de este artículo es pertinente destacar que elegí este título, porque si bien señalé algunas cuestiones que fue preciso revisar, hay algunas otras que permanecen como la idea que propongo al final del TIF de pensar estos abordajes de las violencias por razones de género desde nociones teóricas que nos pertenezcan en tanto territorio latinoamericano, con una mirada decolonial y diversa. Necesitamos armar dispositivos metodológicos capaces de reparar la dignidad de las personas que sufren violencia por razones de género, y lxs psicologxs tenemos mucho para aportar allí.

 

 

[1] Volnovich, J.C (2012) “Patriarcado: marxismo, feminismo y psicoanálisis”. En La crisis del patriarcado. Comp. Hazaki, C. Buenos Aires: Ed. Topía.

[2] Oñativia, X. (2008) La necesidad del trabajo interdisciplinario para una victimología encuadrada en el paradigma de los Derechos Humanos. (pp. 407-426). En Di Nella, Y. (comp.) Psicología Forense y Derechos Humanos. Vol 1. Buenos Aires: Koyatún. Editorial.

[3] Bang, C (2014) Estrategias comunitarias en promoción de salud mental: Construyendo una trama conceptual para el abordaje de problemáticas psicosociales complejas. En Psicoperspectivas Individuo y Sociedad. Buenos Aires, Argentina